¡Bara bara! Lleve su emprendimiento en lata.

El 3er Espacio
4 min readAug 14, 2015

Por Carlos Espinosa. Cofundador de @El3erEspacio.

Todos los días me pregunto si seré el único al que le desconcierta el número de eventos, venture capitals, convocatorias y concursos que surgen en México para fondear emprendedores. Me pregunto si no habrá ya una sobre oferta de éstos, o si será sólo es que estamos ante una racha de falta de innovación. Creo que la idea sobre la que pienso un poco a diario es si en el pasado, así se vivió de una u otra forma la fiebre del oro.

Hoy todas las empresas están en fila para subir a cualquiera de los abarrotados trenes del mame del emprendimiento que hay en la Ciudad de México, los cuales salen sin descanso cada media hora desde la estación central. Nadie se quiere perder la oportunidad de visitar Silliconlandia, en donde las calles son de oro y no existe la pobreza ni la desigualdad, donde todos nos llamamos emprendedores, somos felices y estamos a la moda en absolutamente en todo.

Desde que 500 Startups descubrió hace 5 años que el emprendimiento se podía enlatar y venderse a las masas en refrigeradores en cada esquina, no ha habido organización, universidad o emprendedor, que no haya sucumbido ante la adrenalina que genera tanta azúcar que se consume en 54 horas de Startup Weekend, donde en voz de más de uno, he escuchado se generan enemistades y luchas de poder por ganar la atención de los mentors; que en una repensada, quedaría mejor dementors, ya que al igual que en las películas del Potter, roban la dicha y la felicidad del ambiente.

He escuchado que terminando el rush de comer tanta sopa Maruchan, descubres que las personas con las que colaboraste estaban lejos de ser buenos socios, y que la visión del negocio era la misma mientras estuviesen bajo el reflector del panel de expertos, pero que a la salida todo se vuelve turbio. He sabido de muchos que no volvieron más pero que dicen que es una buena experiencia si sólo la tienes que vivir una vez.

En los últimos 4 años, muchas empresas de tecnología que claramente son las más beneficiadas de este boom, han promovido el intercambio cultural, y destinado parte de su capital para formar pequeños proyectos y personas en universidades, lo cual da valor al mercado y genera la creación de nuevos productos y servicios. Ahí no veo tanto problema, esas son por así decirlo, las estaciones intermedias que hay a lo largo de esta nueva ruta distribución del emprendimiento en lata hacia el estado de California.

Lo interesante es que no sólo empresas de ese ramo levantaron la mano. En México, empresas de refresco, cerveza, telefonía, televisoras, gobierno local y federal, agua embotellada y ahora hasta whiskey, han preguntado a su equipo de creativos de la Anáhuac: ¿por qué nosotros no?, y en el rush de recién egresado de una escuela prestigiosa, los ejecutivos de marketing hicieron lo mismo que todos están haciendo, lanzaron un banner o comercial con frases motivadoras de algún personaje ilustre, usaron música de M83 o Arcade Fitre y ¡Puum!, surgió The Venture. Una convocatoria igual a todas las demás, pero que viene impregnada de la elegancia de la marca Chivas Regal, el misterio de pensar ¿qué será esto?, y claro, si hoy en día quieres que alguna campaña de emprendimiento sea un éxito, di que es social. Permítanme ahorrarles tiempo, no hay nada de especial en The Venture.

El problema con esto es que en todos estos concursos que se hacen al respecto, el monto siempre es el mismo, 1 millón de dólares. Lo absurdo es que si es por dinero, aquí en DF yo sé donde se pueden conseguir 5.5 millones de dólares sin tanto show de telenovela, no sin un buen pitch y un draft de negocios claro, pero sí quizás sin esperar a ver si le da la gana a un rockstar del emprendimiento ponerte atención, como ocurre en estos eventos.

Si no me creen que esto pase, lean como inicia esta nota y vean como ahora los emprendedores y el emprendimiento, somos vistos y tratados como un producto, y que como tal, está sujeto a las reglas de valor y utilidad, depreciación y sobrevaloración. Por eso es que me cuesta trabajo vislumbrar qué pretenden las grandes empresas y organizaciones de emprendedores al seguir ésta que ahora es una reforzada tendencia.

Se me vienen a la mente muchas ideas pero al final, ninguna que acabe bien para los que encuentran emprendiendo, quitándose el yugo del trabajo corporativo y los que persiguen un sueño, y que están viendo esto como una moda sino como un estilo de vida.

En todas las luchas de poder, la verdadera intención no se ve hasta que estás a punto de perder la cabeza en manos de tu adversario. Seamos un poco más críticos con lo que pasa en México en el tan enaltecido, enardecidoy predatorio ecosistema emprendedor. Podría ser más volátil, peligroso y dañino de lo que parece.

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El 3er Espacio

1er #Coworking en México. Sin estereotipos, sin pretensiones. Mindfulness space. No somos una comunidad, somos una familia. The badass guys of entrepreneurship!